í¿La muerte? No pienso en ella.! Si este comentario, atribuido a Jean-Paul Sartre, es cierto, entonces él era único entre los filósofos. Ya que, como SimonCritchley muestra en este original y estimulante libro, la cuestión de qué puede considerarse un íbuena muerte! ha sido, desde tiempos muy remotos, la preocupación central de la filosofía. Pero ¿qué hay de las propias muertes de los filósofos? De las 190 que aquí se relatan, muchas son extravagantes, y abundanlas historias de locura, asesinatos, suicidio y padecimiento. Heráclito murióasfixiado en el estiércol; Empédocles se zambulló en el Etna esperando convertirse así en un dios; las últimas palabras de Hegel fueron: ísólo un hombre meha comprendido en la vida, y aun él creo que no me comprendió! -se refería a sí mismo-; Jeremy Bentham se hizo disecar, y se halla, a la vista de todos, enel University College London; Nietzsche sufrió una lenta y estúpida muerte a raíz de haber besado a un caballo en Turín... Desde la autoburla de los maestros zen en los haikus en su lecho de muerte hasta las últimas palabras de los santos cristianos o de los sabios contemporáneos, El libro de los filósofos muertos inspira tanto diversión como reflexión. Como Critchley demuestra con brillantez, observar de cerca lo que los grandes pensadores dijeron de la muerte resulta ser una optimista indagación sobre el significado y la viabilidad de lafelicidad humana. Para aprender a vivir hay que saber morir.
- ISBN: 978-84-306-0677-1
- Editorial: Taurus
- Encuadernacion: Rústica
- Páginas: 362
- Fecha Publicación: 01/01/2008
- Nº Volúmenes: 1
- Idioma: Español