Código Penal: Adaptado a la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio

La Ciencia penal española vive actualmente una época de esplendor por el elevado número de juristas especializados en esta rama del Derecho y, especialmente, por la reconocida categoría intelectual de un buen número de ellos, cuyas publicaciones han enriquecido notablemente nuestro patrimonio cultural, permitiendo a los estudiosos del Derecho Penal disponer de una sólida bibliografía, y a los profesionales del Derecho disponer de unos instrumentos de trabajo especialmente útiles. Son numerosas las tesis doctorales publicadas, de indudable calidad, sobre los más diversos temas de nuestra disciplina, los trabajos monográficos, los estudios y comentarios jurisprudenciales, las obras generales, los comentarios del Código Penal, etc., sin olvidar, claro está, las traducciones, por penalistas de primer orden, de obras clásicas de los más prestigiosos penalistas extranjeros, especialmente de la doctrina alemana, que en un país como el nuestro, con un reconocido déficit de juristas políglotas, han ampliado generosamente los horizontes de la bibliografía jurídica en lengua española. Llama la atención que este notable enriquecimiento doctrinal coincida en el tiempo con unos novedosos instrumentos jurídicos ?como la mediación-, con un claro favorecimiento del instituto de la conformidad, y con el creciente reconocimiento de relevancia jurídica -como circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, no siempre con la necesaria base probatoria- a la drogadicción y a los trastornos de la personalidad, en general, con evidente debilitamiento de las esencias del Derecho penal sobre la imputabilidad, la culpabilidad y la responsabilidad de las personas, que, junto con la legalidad y la tipicidad (lex praevia, certa, scripta), constituyen, sin la menor duda, el fundamento último del Derecho Penal, despertando así las habilidades negociadoras de Abogados y Fiscales, y convirtiendo a los Jueces, con demasiada frecuencia, en simples notarios de sus acuerdos, con menoscabo evidente de su prístina función jurisdiccional. Con este panorama de fondo, la editorial Comares ha tenido el acierto de acoger y publicar, precisamente en estos momentos, esta nueva obra de José Luís Manzanares Samaniego, obra de madurez, propia de un intelectual de primera categoría al que adorna un singular dominio de nuestra lengua, una rigurosa formación científica y una capacidad de trabajo fuera de lo común. Hace falta valor para afrontar en solitario unos comentarios a nuestro Código Penal, cuando la bibliografía más reciente nos ofrece numerosos ejemplos de obras colectivas, sin duda alguna muy valiosas, pero que, de ordinario, suelen adolecer de las dificultades de armonización inherentes a este tipo de obras, por los distintos estilos literarios de los autores y por la diferente extensión y profundidad de los propios comentarios. Deficiencias que, en principio, no cabe apreciar cuando los comentarios manan de una única fuente. El autor de estos comentarios es un jurista con una indisimulada admiración por la doctrina alemana y, en general, por todo lo alemán. En su biblioteca particular, la literatura alemana resiste la comparación, en número de ejemplares, con la española. Dicha afición le ha llevado a cursar estudios en la Universidad Libre de Berlín y en el Max Plank Institut en Friburgo de Brisgovia. Fruto de todo ello ha sido también su traducción al español del Tratado de Derecho Penal del Profesor Jescheck, que viene a coronar su labor como publicista, con otros nueve libros y más de cien artículos sobre diferentes materias de Derecho Penal. Junto a su sólida formación intelectual, José Luís Manzanares -profesor titular de Derecho penal- tiene una larga experiencia como Magistrado (tras su paso obligado por los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, ha sido Magistrado de la Audiencia Provincial de Las Palmas, de la Sala Penal de la Audiencia Nacional y de la Sala Segunda del Tribunal Supremo), por tanto, conoce bien el manantial de la jurisprudencia. Su paso por el Ministerio de Justicia, como Letrado del mismo, le ha permitido conocer a fondo la problemática del cumplimiento de las penas, especialmente de las privativas de libertad, materia de extraordinaria importancia desde el punto de vista criminológico, que no siempre ha sido suficientemente valorada por los juristas. Además, por su experiencia como Vicepresidente, que fue, del Consejo General del Poder Judicial, conoce de primera mano las luces y las sombras que hoy día ofrece el tercero de los Poderes de nuestro Estado de Derecho. Por si algo faltase a su preparación intelectual, su condición actual de Consejero Permanente de Estado ha potenciado su visión crítica sobre las cuestiones que constituyen objeto de su estudio. No es de extrañar que, con semejante bagaje intelectual y la completa experiencia profesional del autor, estos Comentarios merezcan, ya de entrada, una alta calificación. Con toda seguridad, vienen a enriquecer el panorama de la doctrina penal española y, sin la menor duda, han de constituir un valioso instrumento de trabajo para los profesionales del Derecho, tanto por su rigor científico como por sus bien seleccionadas citas jurisprudenciales, debidamente actualizadas, en el marco, todo ello, de un estilo literario que borda las tradicionales exigencias del Derecho: claridad, precisión y concisión. Un verdadero desiderátum. El texto de los comentarios pone de relieve, por lo demás, que el autor cita, con una especial visión crítica, cuando lo ha estimado oportuno, los precedentes históricos de nuestro Derecho penal y las posiciones del Derecho comparado de los países de nuestro entorno cultural respecto de aquellas materias en las que la doctrina científica aparece más dividida y la jurisprudencia no ha logrado plasmar unos criterios claros y estables que puedan servir de guía segura para la interpretación y aplicación de la norma penal. En definitiva, nos hallamos ante una obra rigurosa, desde el punto de vista doctrinal, equilibrada, desde el punto de vista de su desarrollo, y puesta al día, tanto desde el punto de vista legal ?obligada por el elevado número de reformas legales que ha sufrido el texto original del vigente Código Penal- como jurisprudencial, con lo que se ofrece a los juristas de lengua española una obra de consulta especialmente recomendable. LUÍS-ROMÁN PUERTA Ex Presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo El lector encontrará en las siguientes páginas lo que promete el título de la obra: unos comentarios al Código Penal de 1995. No se trata de un libro de divulgación ni tampoco de carácter doctrinal, sino de una guía para la mejor comprensión de un texto que, desgraciadamente, no ha respondido a las esperanzas depositabas en el que iba a convertirse en un modélico Código Penal de la Democracia. Hoy, con la perspectiva de quince años, poco queda de aquellas ilusiones. Hemos perdido la cuenta del número de reformas con que, casi siempre deprisa, a remolque de alguna clamorosa demanda ciudadana y con deplorable técnica, se ha intentado calafatearlo como a un viejo navío. Muchos artículos han sido ya modificados en varias ocasiones. La última reforma por ahora, salvo error u omisión, hace el número 27. Es obra de la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, y afecta aproximadamente a un centenar y medio de artículos. Estos continuos cambios son un atentado contra la seguridad jurídica y dificultan la consulta de la jurisprudencia. De otro lado, el mal se multiplica con el desarrollo complementario de las leyes penales en blanco. Como quiera que tales retoques afectan especialmente a las innovaciones posteriores a 1995, resulta que éstas son las que precisan de mayor atención. Los comentarios a los artículos de toda la vida ?si se permite la expresión? pueden parecer demasiado breves si se los compara con los dedicados a otros preceptos de más enjundia, pero ello se explica porque en lo novedoso no será superfluo extenderse sobre la génesis del precepto y profundizar en su examen, mientras que otros artículos cuentan con una bibliografía centenaria. Aunque se ha procurado adelantar en los comentarios las líneas maestras de una jurisprudencia no siempre uniforme, se reproducen literalmente numerosos fragmentos de sentencias del Tribunal Supremo, prestando particular atención a las más recientes. También se indica someramente, artículo por artículo, el contenido de los Acuerdos del Pleno no jurisdiccional de la Sala Segunda del Alto Tribunal. A partir de ahí, el lector podrá buscar y consultar sin dificultad el texto íntegro. Y al igual que en otras ocasiones quiero dejar constancia de mi agradecimiento a May ?Carmen Almonacid en el Registro Civil? quien como cooperadora necesaria algo tiene de coautora conforme al artículo 28 a) del Código Penal. JOSÉ LUIS MANZANARES Madrid, septiembre de 2010

• ISBN: 9788498367461
• Editorial: COMARES EDITORIAL
• Encuadernacion: Rústica
• Páginas: 2728
• Fecha Publicación: 01/12/2010
• Nº Volúmenes: 1
• Idioma: