Tras la victoria definitiva sobre el absolutismo, se asentaron en Europa las bases sobre las que descansa el orden social del presente: la igualdad ante laley, los derechos y libertades, el poder político representativo y el pleno capitalismo. La España isabelina, tan a menudo despreciada o condenada por sus herederos, formó parte inseparable de esa Europa en ciernes. Sus dirigentes compartieron virtudes y carencias con los de países vecinos más avanzados; sus ciudadanos ganaron y perdieron en la medida que lo hacían sus semejantes del otro lado de los Pirineos. Sobre todo, unos y otros opusieron una decidida voluntad de modernización a la pérdida de un imperio, a los estragos causados por cuatro décadas de guerras y al retraso acumulado a lo largo de varios siglos. No todo el esfuerzo se hizo en vano. Progreso y libertad propone repensar una España tan abigarrada como la actual insertándola en aquella Europa y ponderar los éxitos y fracasos de ambas tras haberlas contemplado desde distintos ángulos. Para ello, la comparación sistemática y cuantificada se combina con la narración de los acontecimientos y la atención a los nombres propios. Necesidad eindeterminación corren parejas al hablar del tiempo en que los europeos se creyeron dueños completos de un futuro que iba a cumplir solamente una parte de sus designios. INDICE: El triunfo del liberalismo (1830-1848). Los límites de un modelo (1848-1870). Liberalismo y desarrollo. Conclusiones. Notas. Bibliografía y fuentes. Índices de cuadros, gráficos y mapas.
- ISBN: 978-84-344-5239-8
- Editorial: Ariel
- Encuadernacion: Rústica
- Páginas: 379
- Fecha Publicación: 18/02/2008
- Nº Volúmenes: 1
- Idioma: Español